Dos psicólogos se encuentran en un ascensor al final del día tras una dura jornada de trabajo. Uno de ellos va muy cansado, extenuado, en cambio el otro, va contento y relajado. El primero le comenta: Oye, no entiendo como puedes estar así después de doce horas de tratar problemas con tus pacientes. El otro le contesta asombrado: ¡¡¡No me digas que tú les escuchas!!!
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